LA BRASILEÑA HISPANOHABLANTE
El 15 de febrero de 1986 nací em Belo Horizonte y hasta el hospital se llamaba Belo Horizonte, una razón a más para que me volviera loca por esta ciudad. El año siguiente nació mi hermana y mejor amiga, Michelly. Cinco años más tarde nació mi hermana menor, Camila. También en este año empecé a estudiar en el Parvulario. ¡Cómo esto me encantó! Me sentía gente grande, responsable y era muy feliz leyendo mis libros llenos de historias graciosas.
A los nueve, diez años tuve mi primero contacto con la lengua española. Un día cuando iba hacia la escuela, como solía hacerlo, compré chocolates. Como siempre fui curiosa y siempre leí todo que me llegaba a manos, leí el envase. No comprendi bien lo que estaba escrito porque parecía portugués, pero no lo era, entonces pensé que fuera error gráfico. El día siguiente compré el mismo chocolate y tenía otros errores y creí que fuera un chiste. Al llegar a casa, lo enseñé a mi papá que me dijo que estaba escrito en castellano, una lengua hermana de la nuestra. Entonces, me volví aficcionada a esos chocolates y a lengua graciosa, aquel portugués errado.
A los once años, en 1997, yo me encontraba apasionada por un amigo y escogí una canción romántica para nosotros: ¡es obvio que él ni soñaba con esto! Un día puse el aparato de sonido y ¿qué escucho? Mi música y de mi amor en E S P A Ñ O L... Como en la escuela (pública) sólo enseñaban inglés, fui obligada a aprender esta lengua, pero sin jamás olvidar el español...
Seguí estudiando en escuela pública, aprendiendo inglés y oyendo músicas en español. Era muy tonta y jamás pensé en procurar otros contactos con la lengua que tanto me encantaba. Sin embargo, en 2007, en el curso preparatório para examen de ingreso se podía escoger entre español e inglés, entonces elegí la que más me gustaba. Al llegar a la Universidad, en 2008, entre todas las lenguas que había allá, elegí mi preferida. No imaginaba que podía ser tan costoso estudiar al fondo una lengua nueva, pero siempre fue un placer hacerlo ya que hacía lo que amaba. Y lo estudiaba demasiado porque soñaba hacer intercambio y, para esto, además de hablar bien el español, necesitaba sacar buenas notas. El 2010 fui a México hacer mi soñado intercambio. Fueron los seis meses mejores de mi vida (aunque estuviera lejos de mi familia y mi amor). La cultura, la gente, la historia, todo allá me hizo apasionar por aquel país. Volví muy resuelta a estudiar español por toda mi vida... Me casé en 2011 y fui con mi esposo a Chile por dos meses.
El 2012 concluí la licenciatura en español y ya empecé a hacer bacharelado. En este año también empecé a enseñar Lengua Española en una escuela de lenguas. Esto me resultó muy bueno pues estaba en contacto directo con la lengua todos los días.
Seguí estudiando cada vez más el español. El 2015 concluí el bacharelado y el 2017 la maestría y en este mismo año nacío mi hijo, Pablito. El 2020 conclui el doctorado y fui invitada a enseñar español en una Universidad, pero lo rechacé porque también me invitaron a hacer un intercambio en España y, a pesar de fastidiarme este país, fui y fue muy bueno para mí. En esta época, como ya hacia parte de la Associação Brasileira de Hispanistas, me invitaron a ser la secretaria brasileña de la Asociación General de Hispanohablantes.
En 2021, cuando regresé de España, publiqué mi primer libro: “La enseñanza de Lengua Española en Brasil”. En 2025 publiqué más dos libros y seguí publicándolos hasta 2033. En 2034 fui la primera mujer presidenta de la Associação Brasileira de Hispanistas y como casi no tenía más tiempo, paré de enseñar en escuelas y seguí yendo y viniendo de conferencias y reuniones de la ABH en Brasil y alrededor del mundo. Es lo que hago hasta hoy y quiero seguir haciéndolo hasta siempre.